El sitio que debiera ser un verdadero espacio de preservación de la historia de los linqueños, luce un descuido preocupante.

 

El Museo Histórico de Lincoln, ubicado dentro del Parque Municipal General San Martín, desde hace un tiempo se encuentra cerrado al público.

Un cartel en la puerta, señala: “Cerrado por refacciones”. Pero a simple vista, puede observarse que dichos trabajos aún no han comenzado.

Vidrios rotos, puertas forzadas, grafitis en las paredes, vegetación en las ventanas, elementos deteriorados, muros descascarados; son algunos de los indicios de que el sitio que debería ser preservado con total recelo, se encuentra en estado de abandono.

Si bien, en el exterior del edificio, el pasto y la vegetación se encuentran prolijamente mantenidos; el interior –visto a través de los varios vidrios rotos- se observa bastante descuidado y falto de mantenimiento. Y el lugar, más que un museo, se asemeja a un depósito.

Otro detalle que a simple vista puede reflejarse es, que si bien el paso del tiempo ha hecho su trabajo, los elementos dispuestos a la intemperie en derredor del lugar, sufren una avanzada oxidación y carecen de cualquier tipo de mantenimiento.

El sitio que debiera ser un verdadero espacio de preservación de la historia de los linqueños, luce un descuido preocupante.

 

 

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