Una multitud recibió al ciclista linqueño Juan Antonio Salazar, luego de haberse consagrado Campeón Panamericano, y haber participado en el Mundial Juvenil de Suiza. Los festejos incluyeron una caravana en autobombas por el centro de la ciudad.

 

 

El jueves por la noche –tal como estaba previsto- arribó a la ciudad de Lincoln, Juan Antonio Salazar, el joven ciclista que se consagró Campeón Panamericano en el certamen de Cochabamba, Bolivia; y recientemente partició en el Mundial Juvenil de Pista en Suiza.

En intersección del acceso Hipólito Yrigoyen y las vías del ferrocarril, una multitud se agolpó para darle la bienvenida al joven ciclista. Allí, entre los abrazos de familiares, amigos, allegados e integrantes del ambiente ciclístico local, Juan accedió a la requisitoria de los distintos medios de prensa presente; como así también a las fotos con quien se lo requirió, siempre con una predisposición total y una amplia sonrisa en el rostro.

El festejo también incluyó una multitudinaria caravana en autobombas por las avenidas y el centro de la ciudad, que fue colmándose de vehículos a medida que recorría las calles linqueñas; mientras Salazar era saludado por los ocasionales transeúntes.

Sin dudas, un caluroso recibimiento de la gente; tal como se lo merece el joven ciclista linqueño, en apoyo a su mérito y esfuerzo ante los logros obtenidos.

 

 

 

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El poder del deporte

"El deporte tiene el poder para cambiar al mundo. Tiene el poder para inspirar. Tiene el poder para unir a la gente de la manera en que pocas cosas lo hacen. Les habla a los jóvenes en un lenguaje que ellos entienden. El deporte puede crear esperanza donde antes solo había desesperación". - Nélson Mandela.
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